martes, 26 de julio de 2011

Trozos de memoria de esta temporada

Hablando de toros, siempre es bueno ejercitar el no ejercicio de la memoria. Esto es, la memoria involuntaria. Chispazos que salen de nuestro cerebro sin tener que ejercitar ningún mecanismo voluntario. Son imágenes y recuerdos que escapan de la cabeza en cuanto uno abre la puerta del pensamiento. Salen a volar, como si siempre estuviesen de domingo para darse un paseo camino a Las Ventas. Los otros recuerdos, esos que uno tiene que hacer esfuerzo e ir sacando con el sacacorchos y la voluntariedad es otra memoria. Esta aún siendo verdadera, pierde la frescura de lo verdadero y auténtico.


Así que esta tarde de mediados de Julio, abrimos la espita de la memoria y saco pocos recuerdos de la presente temporada, pero salen solos sin buscarlos.
Salen unos novillos de Flor de Jara, con su casta y su picante en este mundo de fast food.



Y salen los toros de Cuadri, los auténticos, sin fundas, sin trucos y con trapío para toreros de verdad.





Y sale un Fandiño, que tiene un par, como deben tener los toreros. El día de Cuadri, los tuvo y toreo a un astado que dejaría fuera al noventa y cinco por ciento del escalafón actual.




Y un David Mora, que dejó ese poso clásico en una tarde de junio. Aún se siente su colocación, su manera de estar sin imposturas, sólo torería.





Y sale una novillada que vimos cuatro gatos y cien chinos. Una veraniega tarde de calor en una andanada, me recordó mis orígenes venteños. Los novillos de Torres Gallego y un novillero catalán con un par.



Ahora han salido estos recuerdos, y me apresto a cortar la puerta del esfuerzo, que si no esto se llena de julianes, manzanas, moncholis y fenicios. Ya saben, aquí ha pasado lo de siempre, han muerto cuatro romanos y cinco cartagineses.

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